jueves, 27 de febrero de 2020

Lo peor

Pedro Sánchez representa lo peor de la política: la mentira, la villanía, el relativismo, la inmoralidad, la falta de ética. Es decir, en una palabra: un miserable.
La última felonía del individúo ha sido pasarse la soberanía popular por el arco del triunfo, reunirse en el palacio de la Moncloa junto con la vicepresidenta primera y varios ministros, dándole a la recepción el rango de reunión de Estado, con un delincuente inhabilitado por los tribunales llamado Quim Torra para hablar de diversos temas, entre otros la amnistía de otros delincuentes golpistas, el referendum de autodeterminación y todos los disparates que se le puedan ocurrir al antisistema de Torra. Pero ¿quién es Sánchez para arrogarse este papel de representante del resto de los españoles? (porque al hacer esto está situando a Cataluña fuera de España), ¿Quién ha elegido a Sánchez?.
Pues a Sánchez le votaron 6'7 millones de españoles en las últimas elecciones, pero con un programa totalmente distinto del que está llevando a cabo, es más, totalmente contrario. Él podrá convalidar todas las fechorías que pergeñe, pero, claro, no pide la opinión de los españoles, tan sólo pedirá la aprobación mediante una votación entre los afiliados del PSOE, que en 2018 eran unos 190000 afiliados, teniendo en cuenta que el censo electoral de España en 2019 era de unos 36'8 millones de electores ¿a quién representa Sánchez?... creo que a sí mismo.

Dos cabezas para un caldo de pescado

jueves, 13 de febrero de 2020

Curso avanzado de sofística y mentiras simplemente

"Días extraños" es el título de la película de ciencia ficción de 1995 protagonizada por Ralph Fiennes:



Lo que está pasando en este país es extraño, el presidente Pedro Sánchez se ha convertido en el paradigma de mentiroso compulsivo. La mentira contumaz y sonrojante campa sin control en la rutina diaria de este individuo y de los adláteres que le acompañan. Es capaz de diferenciar entre las afirmaciones realizadas antes de ocupar el puesto de presidente y lo contrario en el cargo, como si ambas cosas tuviesen una valor veritativo distinto al de la lógica lingüística formal que considera que dos proposiciones contrarias no pueden ser ciertas simultáneamente (principio de no contradicción).
En la antigüedad clásica se produjo un momento parecido que hizo temblar los cimientos de la cultura griega. Los sofistas, eran una especie de profesores ambulantes que se ofrecían al que los necesitase, pero enseñaban sobre todo retórica, es decir, el arte de hablar en público convenciendo, que es lo que intenta hacer un político. Esto se convirtió en un problema en una sociedad como la griega que había desarrollado un nivel de pensamiento filosófico y matemático notabilísimo, muy por encima de lo conseguido hasta ese momento y muy por encima de lo que haya desarrollado cualquier civilización posterior. El más importante de ellos (así lo considera Platón que le dedicó un libro) es Protágoras
Lo realmente peligroso de ese movimiento filosófico fue la relativización de todos los aspectos de la vida, lo malo o lo bueno de las cosas dependía de según se mirara. Afortunadamente para Occidente surgió Sócrates como adalid de la virtud y la defensa de los verdaderos valores morales. No todo vale ni es relativo, hay objetivos y valores que hacen virtuoso a quien los practica. La reacción de Sócrates salvó al mundo griego de caer en las garras de los charlatanes sin escrúpulos.
Nosotros ahora tenemos una situación similar, nos afirman rotundamente una cosa y con la misma rotundidad hacen la contraria. Eso antiguamente se llamaba mentira y no lo tolerábamos. Ahora con la presunta excusa de un fin que justifica los medios vemos con descaro que Sánchez para mantenerse en el cargo no tiene problema de encamarse con independentistas y filocomunistas, cuando se presentó a las elecciones echando pestes de ellos. No teniendo problema en desportillar instituciones del Estado como la justicia para sus fines (presiones a jueces, abogacía del Estado y fiscalía, por citar sólo algunos), así como otras instituciones públicas en provecho propio como el CIS, que cocina las encuestas para que siempre le sonrían al rey Sol. Por el camino deja el uso descarado y nauseabundo de los medios públicos para sus frivolidades (el avión falcon para ir a conciertos y en helicóptero a la boda de un cuñado, Palacio de la Mareta con su séquito de cocineros, etc.). También es resaltable el excesivo ego del individuo, puesto de manifiesto en el libro que, deprisa y corriendo (por eso los errores en las citas), le escribió Irene Lozano (aquella individua que militaba con Rosa Díez en UPyD y que arremetió contra los que querían pactar con C's, para pasarse corriendo al PSOE cuando el barco de UPyD se hundía). Sólo el hecho que relata en el libro de marras de que mandó cambiar el colchón y pintar la habitación nada más llegar a la Moncloa le delatan como un megalómano impresentable.

domingo, 28 de octubre de 2018

Maldita hemeroteca

La señora Julia Otero tiene un programa de radio que se emite por las tardes en Onda Cero: "Julia en la onda". Ya me he referido otras veces a él, y es que no me gusta la forma en que lo lleva, demostrando muchas veces una parcialidad en el enfoque de los temas que trata, rayana en la estupidez y la mediocridad, haciendo gala sin rubor de una estultez grosera al tiempo que pretende ser culta, rodeándose de personajes tan variopintos como la ínclita Elisa Beni (la que fuera pareja del exjuez Gómez Bermúdez , el del 11-M, además de exdirectora de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de donde fue expulsada por pérdida de confianza) y otros opinadores relativistas (como le gusta a la progresía reinante). En otro capítulo le dedicaré un capítulo a ese cáncer de la sociedad moderna y desarrollada que es el relativismo social, esa especie de pensamiento monstruoso que pone al mismo nivel la víctima y el verdugo, que intenta justificar el comportamiento del delincuente en base a una serie de circunstancias vitales.
Bueno, centrándome en el tema que quiero tratar, la señora Julia Otero llevó a su programa como invitado al cantante Víctor Manuel, cantante militante en el...digamos, ambiente progre, es decir, un conjunto de presuntos intelectuales ricos (cantantes, escritores, cineastas...) que presumen de ser de izquierdas; defensores, por ende, de dictaduras como la venezolana o la cubana. Lo sangrante en este caso es la trayectoria vital de Víctor Manuel.
Cuando Víctor Manuel era un jovencito imberbe, allá por el 66, y quería hacerse un hueco en el mundillo musical, tuvo a bien dedicarle a Francisco Franco una sentida canción, cuyo título y letra no deja lugar a la duda: "Un gran hombre". Pasado el tiempo, muerto ese gran hombre, cuando todas las sabandijas que le lamían el trasero a Franco se convirtieron en esforzados luchadores por las libertades, Víctor y sus simpatizantes intentaron hacer desaparecer las copias que pudieron de ese disco, pero el rumor y "la intesnet" lo hicieron imposible, hasta el punto que él mismo tuvo que reconocerlo. Les dejo a continuación la emotiva canción editada por la discográfica Belter:
 

Lo peor no es esto, todos tenemos derecho a rectificar y cambiar de opinión. Lo peor es que, en el referido programa, la sin par Julia Otero le pregunta al cantante que qué le parecía que en las elecciones de Brasil el ultraderechista Bolsonaro sea el candidato más votado por los habitantes de las favelas y este individuo responde que "no hay nada más imbécil que un pobre de derechas". En fin, era el momento en que la sin par Julia debería haberle sacado al hipócrita Víctor su canción dedicada a Franco, y es que en el programa Julia tiene una sección llamada "maldita hemeroteca" de donde le saca a determinadas personas (casi siempre y sospechosamente de determinadas ideas) lo que dijo anteriormente y está grabado, que contradice sus actos y discursos posteriores.
Les dejo la grabación de la entrevista: pincha aquí.

Carpe Diem

jueves, 2 de agosto de 2018

La falta de vergüenza con lo público

Después de bastante tiempo sin publicar, por tener la cabeza ocupada en otras cosas o por pereza simplemente, volvemos de nuevo a darle al teclado. Y el estímulo viene por el gobierno del superviviente Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez, por el que ni sus mejores amigos daban un duro, vio su gran oportunidad en la moción de censura que ganó el 1 de junio de este año, el otro día, como quien dice,  y, sin embargo, cuan lejos nos parece a estas alturas (2 de agosto). ¿Será por la intensa y desenfrenada carrera de ocurrencias y despropósitos?.
  • En menos de una semana, el recién nombrado ministro de cultura, Maxim Huerta (conocido tertuliano del programa de Ana Rosa Quintana) tiene que dimitir por saberse que había sido condenado por fraude a Hacienda. Ya había alardeado de que eso de pagar a Hacienda estaba pasado de moda...
  • Italia deniega el permiso de atraque a un barco (El Acuarius) con 600 inmigrantes ilegales, al igual que Malta, y está varios días en aguas internacionales (cuando lo normal hubiera sido retornarlos al país de origen: Libia). No son refugiados de ninguna guerra, de hecho son de muchas nacionalidades, sino gente que quiere vivir en Occidente, tal vez atraídos por una vida mejor. Como España no tiene ningún problema de inmigración ilegal, el sin par Pedro Sánchez, a la sazón presidente por accidente, tiene la genial ocurrencia de darse el gusto (con el dinero de los contribuyentes) de acogerlos, dando una imagen mundial de solidaridad y esplendidez (recordemos que en España no hay parados que atender, gente en precariedad, ya de esos se encarga Caritas), esto me recuerda lo mejor de la era ZP, cuando Rafael Caldera regularizó a miles de ilegales con el grito de papeles para todos. Pedro Sánchez toma esa decisión sin encomendarse a Dios, aunque creo que sí al diablo.  
  • En julio Pedro Sánchez se desplaza a Valencia en un avión Mister del ejército del aire para asistir a un concierto de música. Desde Moncloa se intentó justificar esta mamarrachada con la excusa de la seguridad del Presidente o, como dice la portavoz (o portavoza) porque tenía una agenda cultural. Me vienen a la mente el viaje de la presidenta de Croacia al mundial de Rusia, pagando sus billetes y descontándose el sueldo de los días no trabajados (claro que Croacia no tiene la importancia como país que tiene España...ja). También recuerdo las vacaciones del primer ministro británico David Cameron en Lanzarote en 2016, a donde llegó, con su familia, en un vuelo de una compañía aérea de bajo coste, residiendo en la isla en una pequeña casa rural (casi lo mismo que el ínclito Zp cuando se trajo su séquito de cocineros y se apropió del palacio de La Mareta). También hay que mencionar a la malvada Ángela Merkel que ha cogido la manía de pasar las vacaciones en La Gomera, quedándose en el hotel Tecina como una turista más. Claro está que el Reino Unido y Alemania son países atrasados con respecto a España. Son países casposos donde el gasto público se mira con lupa, eso ya está pasado de moda, lo suyo es, si eres socialista y obrero despilfarrar el dinero público de los contribuyentes, que ya vendrán otros a arreglarlo...alegría, alegría...
  • El peaje a pagar con los nazionalistas que apoyaron la moción de censura de Pedro
  • He dejado para lo último el gran problema que ahora mismo tenemos en España: hay que desenterrar a Franco del Valle de los caídos. Ciertamente es un gran problema que teníamos y no nos dábamos cuenta. Menos mal que ha venido Pedro Sánchez a quitarnos la venda de los ojos...





 

jueves, 19 de octubre de 2017

Síndrome de Estocolmo en Cataluña

El síndrome de Estocolmo corresponde a la reacción que determinadas personas desarrollan después de un cautiverio o secuestro en relación con sus secuestradores, idealizando su imagen. Se acuño en 1973 cuando la policía actuó en el atraco con rehenes que se produjo en un banco de Estocolmo. Los rehenes desarrollaron una conducta donde agradecían el trato que les dispensó el secuestrador, considerándolo una persona entrañable y despreciando la actitud de la policía. También fué famoso el caso del secuestro de la rica heredera Patty Hearst en 1974 en California por el llamado "Ejército simbiótico de liberación", acabó convirtiéndose en uno más del grupo terrorista.
Yo me imagino en Cataluña a esos descendientes de andaluces, extremeños, colocados en la tesitura de una sociedad que desprecia sus orígenes españoles, me imagino la presión diaria, en la escuela el adotrinamiento, en el barrio los gestos torcidos. Me imagino un gigantesco secuestro de una minoría gritona y decidida hacia una mayoría desunida y desconcertada. El desarrollo de la postura más cómoda es la asumir ese relato, integrarse en la farsa, asumir que realmente no eres lo que eres sino uno de ellos y qué momento de gratitud, cuando esos que antes te despreciaban, te pasan cariñosamente la mano por la espalda y te sonríen de forma cómplice, eres uno más de ellos. De nada vale que te hagan ver lo absurdo de lo que defiendes, siempre tendrán argumentos, también absurdos, para demostrar lo contrario.

martes, 10 de octubre de 2017

Viaje a ninguna parte

Viaje a ninguna parte es una genial novela del genial Fernando Fernán Gómez. Narra las peripecias de un grupo de comediantes que recorre la España de la postguerra, narradas en primera persona por uno de sus integrantes, la mayoría familiares entre sí. La historia transcurre entre las verdades y fantasías que va relatando el protagonista (Carlos Galván), hasta que llega un momento que no sabes qué es verdad y qué inventado. La versión en película que interpretó y dirigió el propio Fernando Fernán Gómez no tiene nada que envidiar al libro, la dirección, interpretación y el guión son impecables. La interpretación de Gabino Diego, Fernando Fernán Gómez, José Sacritán y Juan Diego son sublimes. Es una historia tragicómica, de esperanzas fundadas y decepciones reales, la larga y cruda marcha hasta la realidad.



El título de la genial obra me viene al dedo para describir lo que está pasando en Cataluña en estos días, aunque también podía volver a usar La conjura de los necios de Kennedy Toole.
Día sí, día también, todos los días estamos hartos de escuchar, leer y oír hablar del jodido proceso independentista, el Proces para los amigos. Ya produce hastío, ¿pero es que en Cataluña no se trabaja, no hay problemas reales que resolver: sanidad, educación, seguridad...?.
Parece que no.
Hagamos un breve resumen de como se ha llegado a esta situación, de atrapado en el tiempo o día de la marmota. Durante años por necesidades de los gobiernos de España: desde que el PSOE  de Felipe González, cuando perdió la mayoría absoluta en 1993, pasando por Aznar cuando ganó en 1996 y terminando en el primer mandato de Zapatero en 2004, tuvieron que apoyarse en los nacionalistas catalanes de CIU, en Jordi Puyol. El estado ya era consciente del cortijo que estaban montando Jordi y sus secuaces: inmersión lingüística en contra de las leyes y las sentencias, adoctrinamiento en las aulas, con construcción de un relato completamente alejado de la historia real de Cataluña. Se miró para otro lado respecto a la corrupción institucionalizada en la sociedad catalana: el 3% de comisión por la adjudicación de contratos públicos era vozpópuli, pero nadie se atrevió a decirlo públicamente salvo Pasqual Maragall, para rápidamente retractarse: :


En el caso banca catalana, referido al saqueo de dicho banco, se llegó a imputar al honorable pero que fue sobreseído a pesar de todas las evidencias que indicaban que Jordi y otros consejeros de dicho banco se habían enriquecido a costa de quebrar la entidad. Eran tiempos (1984) en que CIU conseguía mayoría absoluta, Jordi salía al balcón y era vitoreado. Sintiéndose fuerte e inmune a la acción de la justicia. Años después (2014) debido a investigaciones policiales, el honorable, ya jubilado, con toda su prole bien montada, reconoce que tenía dinero escondido en el extranjero pero que era fruto de una presunta herencia familiar. Lo cierto es que la investigación policial saca a la luz un entramado financiero oculto en paraísos fiscales repartido entre sus numerosos hijos.
En paralelo a todo esto la sociedad civil catalana, formada en gran parte por descendientes de inmigrantes de otras regiones de España, principalmente andaluces, se va constituyendo en ese ambiente enrarecido de cierto desprecio a lo español. ¿Cómo pueden encajar los descendientes de los inmigrantes en esa sociedad?. Recuerdo cuando vi por primera vez la palabra charnego, la leí en "Últimas tardes con Teresa" de Marsé, que hace una descripción magistral de la sociedad catalana de la postguerra, del desarrollismo industrial catalán, de los afanes del protagonista charnego por medrar ante el desprecio que despierta.
¿Qué postura es la más cómoda ante una situación social que te margina por tu origen? pues crear un relato imaginario donde los charnegos ya no lo son, no se reconocen como hijos de andaluces o extremeños. Son catalanes hasta la médula y se genera un odio y un rencor hacia todo aquello que recuerde sus orígenes y les hagan ser menos que sus conciudadanos catalanes. Ellos se convierten en los más radicales y adoctrinables. Lo digo con conocimiento de causa, pienso en casos particulares: hijos de andaluces con banderas independentistas en la habitación, canarios que se casan con charnegos en Cataluña y ya no son canarios, son independentistas. La culpa de lo mal que te pueda ir es de España: España nos roba. No les roba Pujol y la estructura mafiosa que le acompaña, no, es España...



miércoles, 12 de julio de 2017

Imágenes del pasado

Cuando veo casas antiguas deshabitadas, ruinosas, decadentes, me asalta un sentimiento de tristeza y nostalgia. En mi cabeza intento imaginar como pudo ser la vida de los seres que las habitaron, sus rutinas diarias. Seres a los que el paso del tiempo ha borrado su recuerdo.
Esas casas, que conservan todavía un aire señorial y augusto, se resisten a desaparecer y muestran todavía un atisbo de lo que fueron. Algunas han llegado hasta aquí en la decadencia por ser la herencia complicada de muchos herederos o fueron sus últimos habitantes unas hermanas solteronas que no dejaron tales herederos.
La belleza astrosa de estos caserones aumenta cuando están situados en parajes solitarios, como dominando páramos en otro tiempo esplendentes y hoy cubiertos de maleza y abandono.
En la zona de Guajara, en La Laguna, queda, oculta entre la vegetación, un antiguo caserón, al que se accedía a través de un camino empedrado. En la entrada había una especie de patio engalanado con arcos de flores y poseía una cuadra para las vacas. Cuando hace muchos años, siendo joven, me acerqué por la propiedad paseando a mi perro de aquel entonces (creo que era un podenco llamado Canario), creía que ya estaba abandonada pero un subrepticio movimiento de cortina me indicó que estaba siendo observado. Eché a correr con el perro y más tarde me enteré de que esa era la casa de un antiguo coronel de estado mayor retirado, que vivía solo y que paseaba por La Laguna con unos zapatos bastante estropeados, zapatos negros de charol medio descosidos por el carcañal y sin calcetines, vistiendo ropas decimonónicas, el pantalón sujeto por un cordón pero intentando mantener el porte. Era un hombre alto, medio desgarbado, con bigote y creo recordar que siempre portaba una bolsa plástica entre las manos. Solía cruzarmelo casi siempre por la calle Juan de Vera, en sentido hacia el Cristo... no sé a dónde iba.
Hoy, tantos años después, al pasar por las cercanías de esa casa en Guajara, atisbo a lo lejos los tejados de la magnífica casa asomando entre la floresta, vacía ya o tal vez ocupada.
Hace poco, aquí en Arrecife, subimos al techo de un comercio para realizar unas mediciones y pude ver la parte trasera interior de un antiguo caserón que actualmente está cerrado, con vallas en su ruinosa fachada y esperando, tal vez, sus dueños un fortuito derrumbe para poder construir un edificio nuevo con muchas plantas.
La trasera del inmueble era inmensa, con patios, escaleras y dependencias que me hicieron pensar por un momento en la vida que pudo alvergar allí. Me imaginaba a mujeres trajinando en sus quehaceres diarios en la cocina, tendiendo la colada, niños corriendo por el patio... figuras que se fueron desdibujando lentamente hasta que sólo quedaron las ruinas actuales...