domingo, 29 de junio de 2014

Vidas divergentes

Propone el autor romano Plutarco allá por el S.I d. C., en su obra "vidas paralelas", las virtudes de varios personajes históricos (uno romano junto a otro griego), así, por ejemplo, expone la vida de Alejandro Magno junto con la de Julio César.
He leído estos días el artículo que le dedica Juan José Millás en la revista "El país semanal" del 23 de marzo de este año, al austero presidente de Uruguay, José Mujica. Un hombre que perteneció al movimiento guerrillero de izquierdas tupamaros, que surgió en Uruguay en los años sesenta, tuvieron su apogeo en los 70 y que se reconvirtieron a la vida política en los 80 (una vez finalizada la dictadura).
 Sufrió Mujica tortura en prisión, secuelas de la cual todavía padece. En el artículo, Millás retrata a un hombre tranquilo, que no guarda rencor al pasado y que mira al futuro. Comprometido en la mejora de las condiciones de vida de los uruguayos.
Es Uruguay, un país modesto, tanto que ni siquiera tiene nombre propio, su nombre oficial hace referencia a la situación geográfica, República Oriental del Uruguay, es decir, el país que se encuentra al este del río Uruguay. Su presidente actual es el más fiel representante de esa modestia. Tiene el poder pero no hace ostentación del mismo y procura vivir lo más austeramente posible preocupándose por que sus ciudadanos sean felices.
Podemos verlo en esta entrevista realizada por TVE en su visita a España:



Se ocurre ahora hablar de uno de los hombres más ricos del planeta, Warren Buffett, también de vida austera y un filántropo reconocido (dona anualmente una importante cantidad a la fundación Bill Gates y casi toda su fortuna pasará a tal fundación a su muerte). Siempre ha llevado una vida austera, sin ostentar. Característica que parecen tener todas estas grandes fortunas, Carlos Slim, el empresario mejicano de ascendencia libanesa, que ocupa actualmente el número 2 de la lista Forbes, se maneja habitualmente con un cochito y su oficina parece de todo, menos la de un hombre tan poderoso (lo leí en un artículo de El Día de Tenerife escrito por Ricardo Peytaví). 
Hablando de oficinas de hombres muy ricos, la trastienda de Ram Bhavnani, desde la cual ha hecho sus multimillonarias inversiones, parece el modesto local de un pensionista. Por cierto, este señor, Ram Bhavnani, ha sido noticia estos días por la creación de una beca para el estudio en la lucha contra el cáncer infantil, hay que recordar que el señor Bhavnani perdió una hija víctima de esta enfermedad.
Pero quería hablar un poco más de Warren Buffett, que es conocido también por su labor en pro de una educación financiera básica que deberíamos tener desde pequeños. No estaría de más educar a los niños, no sólo desde los colegios, sino sobre todo, también desde la familia, en la concepción de que todos debemos ajustarnos a nuestras posibilidades financieras. A ser ahorradores y previsores, a respetar y luchar por conseguir las cosas.
No es de recibo ver como monigotes, sin oficio, ni beneficio, alardean de tener el último modelo de teléfono móvil, con wassap, pasando a considerarse desgraciado aquellos que no lo tienen. Garrulos con coches tuneados viviendo en hogares que tienen a todos sus miembros desocupados, donde no hay dinero para pagar la hipoteca, donde no se puede pagar los servicios básicos de agua y luz.
Recuerdo que en la película American psycho, el protagonista, un sicópata interpretado por Christian Bale, ya en el paroxismo de lo trivial, asesina a otro individuo que tiene una tarjeta de presentación mejor que la suya y que había conseguido sitio mesa en el restaurante de moda, ,mientras que Bale, no.
Que gran verdad resulta ser la afirmación de que la felicidad no está en tener más, sino en ajustarse a lo que se tiene.