miércoles, 13 de mayo de 2015

La conjura de los necios

John Kennedy Toole no conoció la fama, ni vio publicada en vida su gran novela "La conjura de los necios", ya que se suicidaría con sólo 32 años en 1969. Esa novela fue publicada en 1980 a instancias de su madre, consiguiendo el premio pulitzer en 1981. Sin entrar en la genialidad de la obra, el título de la misma viene al dedillo para tratar el tema de lo necia que es la sociedad.
Ayer día 20 de abril un alumno de 13 años asesina a un profesor del centro donde estudiaba. Sin entrar en consideraciones sobre la salud mental del muchacho, me vienen a la mente otros casos de menores que cometen delitos muy graves. Recuerdo, por ejemplo, el caso ocurrido también en Barcelona, de dos niñatos que, por divertirse, prendieron fuego a una indigente que dormía en un cajero y que posteriormente murió como consecuencia de las graves quemaduras. Recuerdo como uno de sus padres declaraba que era una chiquillada, que los pobres chicos no eran conscientes de la gravedad de lo que estaban haciendo.
Estos días ha sido noticia un joven capitidisminuido cuya diversión consiste en dar patadas a mujeres para derribarlas mientras esperan en la parada de guaguas y otro imbécil graba la hazaña con el móvil.
Todos estos casos tienen en común que corresponden a individuos jóvenes, pertenecientes a familias de clase media-alta, sin problemas económicos, donde tal vez se ha sobreprotegido, descuidado la educación familiar, la transmisión de valores, consentido toda clase de caprichos, etc. y donde se ha hecho creer a los chicos que todo son derechos, que todo vale. Chicos que crecen teniendo como principal referente el vídeojuego violento de moda, la serie televisiva de moda, programas de televisión denigrantes e idiotizantes de telecinco, etc.
Esta mañana en OndaCero el locutor se interesaba por el respeto a la intimidad de la familia del chico que había asesinado al profesor... "que el chico ya tenía bastante con lo que le había pasado", es decir, el remate de la necedad, el verdugo es la victima. Este locutor es un tal llamado don Lorenzo, que era colaborador de "Herrera en la Onda" y que se ha quedado, como el resto de los colaboradores del gran Carlos tras su inesperada marcha de la emisora. Tal vez esté intentando hacer méritos ante la nueva dirección del programa matinal "Más de uno". 
Recuerdo cuando Carlos decía aquello de que en España hay tantos tontos que si llega otro se cae al agua, pues eso, don Lorenzo se ha caído al agua.
Hasta siempre Carlos