jueves, 2 de agosto de 2018

La falta de vergüenza con lo público

Después de bastante tiempo sin publicar, por tener la cabeza ocupada en otras cosas o por pereza simplemente, volvemos de nuevo a darle al teclado. Y el estímulo viene por el gobierno del superviviente Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez, por el que ni sus mejores amigos daban un duro, vio su gran oportunidad en la moción de censura que ganó el 1 de junio de este año, el otro día, como quien dice,  y, sin embargo, cuan lejos nos parece a estas alturas (2 de agosto). ¿Será por la intensa y desenfrenada carrera de ocurrencias y despropósitos?.
  • En menos de una semana, el recién nombrado ministro de cultura, Maxim Huerta (conocido tertuliano del programa de Ana Rosa Quintana) tiene que dimitir por saberse que había sido condenado por fraude a Hacienda. Ya había alardeado de que eso de pagar a Hacienda estaba pasado de moda...
  • Italia deniega el permiso de atraque a un barco (El Acuarius) con 600 inmigrantes ilegales, al igual que Malta, y está varios días en aguas internacionales (cuando lo normal hubiera sido retornarlos al país de origen: Libia). No son refugiados de ninguna guerra, de hecho son de muchas nacionalidades, sino gente que quiere vivir en Occidente, tal vez atraídos por una vida mejor. Como España no tiene ningún problema de inmigración ilegal, el sin par Pedro Sánchez, a la sazón presidente por accidente, tiene la genial ocurrencia de darse el gusto (con el dinero de los contribuyentes) de acogerlos, dando una imagen mundial de solidaridad y esplendidez (recordemos que en España no hay parados que atender, gente en precariedad, ya de esos se encarga Caritas), esto me recuerda lo mejor de la era ZP, cuando Rafael Caldera regularizó a miles de ilegales con el grito de papeles para todos. Pedro Sánchez toma esa decisión sin encomendarse a Dios, aunque creo que sí al diablo.  
  • En julio Pedro Sánchez se desplaza a Valencia en un avión Mister del ejército del aire para asistir a un concierto de música. Desde Moncloa se intentó justificar esta mamarrachada con la excusa de la seguridad del Presidente o, como dice la portavoz (o portavoza) porque tenía una agenda cultural. Me vienen a la mente el viaje de la presidenta de Croacia al mundial de Rusia, pagando sus billetes y descontándose el sueldo de los días no trabajados (claro que Croacia no tiene la importancia como país que tiene España...ja). También recuerdo las vacaciones del primer ministro británico David Cameron en Lanzarote en 2016, a donde llegó, con su familia, en un vuelo de una compañía aérea de bajo coste, residiendo en la isla en una pequeña casa rural (casi lo mismo que el ínclito Zp cuando se trajo su séquito de cocineros y se apropió del palacio de La Mareta). También hay que mencionar a la malvada Ángela Merkel que ha cogido la manía de pasar las vacaciones en La Gomera, quedándose en el hotel Tecina como una turista más. Claro está que el Reino Unido y Alemania son países atrasados con respecto a España. Son países casposos donde el gasto público se mira con lupa, eso ya está pasado de moda, lo suyo es, si eres socialista y obrero despilfarrar el dinero público de los contribuyentes, que ya vendrán otros a arreglarlo...alegría, alegría...
  • El peaje a pagar con los nazionalistas que apoyaron la moción de censura de Pedro
  • He dejado para lo último el gran problema que ahora mismo tenemos en España: hay que desenterrar a Franco del Valle de los caídos. Ciertamente es un gran problema que teníamos y no nos dábamos cuenta. Menos mal que ha venido Pedro Sánchez a quitarnos la venda de los ojos...