martes, 26 de julio de 2011

La culpa es de los funcionarios

Venimos observando desde un tiempo a esta parte, desde que el gobierno ha asumido que estamos en crisis económica, y quizá sea porque una de las medidas para salir de dicha crisis es la de eliminar unos cuantos funcionarios (obsérvese que no lo es la de la reducción del gasto público provocado por los sobresueldos, dietas, coches oficiales, tarjetas de crédito, etc de los políticos), que es cada vez más habitual criticar a los funcionarios: que si no rinden, que si son unos vagos, que si la metedura de pata del político de turno es porque un funcionario no le presentó bien los papeles, que si se creen que por haber sacado unas oposiciones se van a rascar la barriga, etc.
No digo que no haya funcionarios caraduras y vagos, claro que los hay; de la misma manera que hay asalariados de la misma catadura que rinden poco y se aprovechan del sistema laboral.
Lo que fastidia sobremanera es que este tema lo planteen políticos vagos, vividores, trepas, que se han pasado media, si no toda, vida metidos en partidos donde han medrado, nunca han hecho una oposición (y si la han hecho las han suspendido), han aprovechado su cargo para ir colocando a los amiguetes y familiares. A estos es a los que habría que fiscalizar en primer lugar y después de limpiar de parásitos políticos la administración se evitaría en gran medida que accedieran a la misma funcionarios por enchufe y todo fuera fruto del esfuerzo y preparación que acreditasen los opositores.
Otra cosa que me llama la atención es el silencio cómplice de los sindicatos, otrora defensores a ultranza de los funcionarios. No les he oído decir ni pío cuando, de forma cada vez más frecuente, estos trabajadores son criticados por los políticos. Ellos a lo suyo, no vaya a ser que la tomen con ellos.
El siguiente vídeo es una parodia muy simpática de lo puede ser un funcionario inútil.
Carpe Diem.

viernes, 22 de julio de 2011

Mi idolatrado hijo Sisí

"Mi idolatrado hijo Sisí" es el título de una de las novelas de ese genio que fue Miguel Delibes, y aunque la temática no es exactamente la que concurre en este asunto, puede valer para recordar aquella España de la época franquista donde el cacique o facha (palabra que le encanta usar a esa progresía paleta cuando quiere insultar a alguien) del pueblo se llevaba a su primogénito de putas cuando alcanzaba la mayoría de edad, vamos para descapullarlo.
Hasta hace poco a Casimiro Curbelo sólo lo conocíamos aquí, en Canarias, como ese político gomero que lleva desde 1982 de una manera u otra metido en todas las instituciones públicas: como alcalde de San Sebastián, parlamentario en el Parlamento Canario, senador y presidente del Cabildo de La Gomera, muchas veces compatibilizando varios cargos (toda su trayectoria laboral se ha ceñido a vivir de las arcas públicas), toda una vida de sacrificio por la ciudadanía. Ahora salta la noticia a nivel nacional de la detención por la policía de este probo ciudadano.
Por lo visto, como Casimiro pasaba temporadas en Madrid como senador (compatibilizándolo con su cargo de presidente del Cabildo de La Gomera) y como su hijo había terminado la carrera de arquitectura, se fueron a celebrarlo a una marisquería con otro amigo y, como la noche es larga, ¿donde mejor para terminarla? en un puticlub, y claro un cubata, otro martini, el ron añejo gomero, el guarapo y yo que sé qué más, se les subieron a la cabeza y venga a liarla con las pobres meretrices. Que si un cristal roto, que si "yo no pago a las putas..." y, claro, los pusieron en la calle.
¿Qué es lo que hace este padre de la patria?, ¿marcharse a su casa a dormir la mona? Nooo. Allí cerca había una comisaría, ¡se iban a enterar esos desgraciados!. Y se presenta el senador con la tropa, y la trompa, y ordena a la policía que proceda contra el club de alterne. Pero resulta que el Patriarca se equivocó de lugar, no, no estaba en su terruño, donde por lo visto está acostumbrado a hacer y deshacer, y la policía le indica que formule como cualquier hijo de vecino la correspondiente denuncia y se vaya a acostar.
¡Esto ya fue el colmo!¡que le hablen así a él, senador, presidente del Cabildo, delante de su retoño, el día de su descapullamiento!
En fin, ya saben como acabó aquello: noche en el calabozo y diligencias policiales. Pero no acaba aquí la soberbia de este individuo que aparece en comparecencia pública para negar la mayor: nada de masajes sexuales y el agredido es el menda. Si te lo crees bien y si no también. En La Gomera las opiniones son tibias y condescendientes: "Él es el que nos da trabajo, nos da las becas y nos paga los entierros" (de bien nacido es ser agradecido) y es que la gente tiene bien asumido que el que maneja el dinero de nuestros impuestos es nuestro benefactor y se le pueden perdonar estos pequeños deslices, no vaya a ser que venga otro y nos quite el pan de la boca.
En fin, pueblo de Dios.
El padre de la patria gomera Casimiro Curbelo

domingo, 3 de julio de 2011

Osho

Osho, con este nombre se hace llamar el presunto autor de una serie interminable de libros de autoayuda. Este personaje pasó de llamarse Acharya Rajneesh a Bhagwan Shree Rajneesh, para terminar llamándose Osho que es más comercial.
Embadurnado de una falsa espiritualidad, con cara de santón hindú, con saris, largas barbas y toda la parafernalia que adornan a este tipo de personajes, Osho fue capaz de crear una serie de comunidades de meditación a lo largo del mundo y un emporio económico que le reportó pingües beneficios.
A este hombre le gustaba más el dinero que a un tonto una tiza, de hecho llegó a ser conocido como el hombre de los 85 Rolls Royce. Fortuna que fue, en gran parte, amasando con las aportaciones que sus crédulos fieles le fueron haciendo pero también con las inestimables aportaciones de todos los que, buscando paz para su espíritu, han comprado y siguen comprando los panfletos de autoayuda que se publican con el comercial rótulo de OSHO.
Desfile de Osho con uno de sus Rolls entre sus fieles
Puede sorprendernos ver a los fieles de este gurú colocados en fila para rendirle pleitesía mientras aquel pasa revista desde un coche de lujo, ¿es que están mal?; ¿qué les puede pasar por la cabeza?.
Osho haciendo ostentación de su éxito

Lo cierto es que estas sectas destructivas han parasitado y siguen parasitando en nuestra sociedad materialista, vacía de referentes morales y espirituales.
Aquí en Canarias, concretamente en La Gomera, tuvimos por los años 80 una de estas sectas destructivas, creada por un pintor austriaco llamado Otto Mühl y afincada en una zona de difícil acceso por tierra, en la playa del Cabrito (se llega a través de veredas atravesando barrancos, aunque dispone de un pequeño embarcadero. Hoy funciona en ese lugar un hotel rural). Allí cometió toda clase de abusos con menores sin que se le pidieran cuentas en España pero fue finalmente encarcelado en su país y murió de cáncer de testículos (parece que un castigo de acorde con su pecado).
La playa del Cabrito vista desde el mar